Redescubrir el deseo en tiempos de calma
Redescubrir el deseo en tiempos de calma
Blog Article
La rutina puede ser un lugar cómodo, pero también silenciosamente desconectado. Entre el trabajo, las responsabilidades y la exigencia de cumplir con lo que se espera, a veces se pierde algo esencial: el deseo. No solo el deseo físico, sino esa chispa de curiosidad y disfrute que nos conecta con el cuerpo.
Con el paso del tiempo, muchas personas comienzan a notar que su relación con el placer ya no es la misma. No porque haya desaparecido, sino porque ha sido desplazado por otras urgencias. Recuperarlo no siempre es fácil, pero puede empezar con algo tan simple como el silencio, el tiempo para uno mismo, la intención de escuchar lo que el cuerpo realmente pide.
En este viaje personal, algunas herramientas adquieren un valor inesperado. Una muñeca sexual, por ejemplo, no se trata solo de un objeto físico. Para quien la usa con propósito, puede convertirse en un espacio íntimo seguro donde el juicio desaparece y el ritmo propio es lo único que importa.
No se trata de sustituir nada ni de evitar vínculos. Se trata de elegir cómo reconectarse con uno mismo. De recordar que el placer no es un lujo, sino una forma de cuidado emocional. Que el deseo no siempre necesita testigos, pero sí necesita espacio, respeto y tiempo.
Y que a veces, la calma no significa ausencia de movimiento, sino una forma distinta —más consciente— de volver a sentir.
Report this page